Desde la mirada holística de la Fonología Corporal, al explorar el territorio puntual de la relación existente entre el aparato fonador con el tejido afectivo de cada persona y la manera en cómo ella se expresa, se pone en evidencia la existencia de una profunda conexión entre ambos territorios. Un entrelazamiento voz – afectos, que no solo desnuda la presencia de un patrón de identidad personal, sino que, a su vez pone de manifiesto la configuración de la trama ancestral a la cual cada quien pertenece. De manera que, aparato fonador, tejido afectivo, identidad personal y sistema familiar, guardan una singular mutualidad de significados en común, que se hace presente en la voz. Y, en ese contexto, las vocales influyen sistemáticamente, aún desde antes del nacimiento, en la arquitectura de los sentimientos y en el ánimo de las personas.
Es una invariante que todo proceso de la vida tenga dos aspectos: forma y movimiento, arquitectura y dinámica. En este caso, el aparato fonador pone la estructura y la voz el movimiento, las consonantes la forma, las vocales la dinámica. El aparato fonador, como una unidad funcional, además de ser un espacio donde se escenifican memorias, conflictos, deseos y pedidos personales, ancestrales y arquetípicos, es, también, una valiosa herramienta de resiliencia y evolución. La voz repara (alcanza con pensar en el consuelo que brinda al bebé el arrullo materno) y, al mismo tiempo, convoca y promueve el despertar de talentos (la voz empuja hacia adelante).
Sin embargo, tal como ya anticipamos, la voz no es solo un patrimonio personal, es la presencia de los otros en nosotros. Es el sonido que genera el sistema familiar con su presencia al atravesar nuestro cuerpo para habitarlo. De modo que, la familia está en el cuerpo. De esta manera, es posible afirmar que, la voz “propia”, es la apropiación de un eco ancestral. Es tanto herencia como legado y, como tal, la voz funciona como un lazo que anuda las generaciones humanas, desde la red arquetípica más primigenia hasta la presente… y con las que faltan por venir. La voz es, en esencia, comunicación transgeneracional.

En este taller de Diálogo de Órganos durante tres encuentros vamos a explorar el aparato fonador, la voz, los afectos que allí se juegan, los temas familiares, el reflejo de la vida, la identidad…

Cuando miramos los intestinos vemos la imagen de algo enredado donde todo parece sin coherencia y confundido. Pero, a pesar de su extensión, todo fluye siguiendo un camino armonioso. Simboliza las sinuosidades de la vida desde el nacimiento hasta la muerte. En este taller vamos a enfocarnos en la dinámica de lo propio y lo ajeno, del apego y el desapego y de las formas que adquieren las relaciones y los misteriosos caminos que nos llevan a ellas. Para esto, además de hablar de lo digestivo vamos a hablar de los afectos y los neurotrasmisores. Hay que recordar que el sistema entérico es la única parte del cuerpo que puede rechazar o ignorar un mensaje que llega desde el cerebro craneal.
El SNE produce y almacena 95% de la serotonina en nuestro cuerpo. La serotonina es un neurotransmisor que juega un papel importante en las emociones y el humor en general, en este caso en la inhibición de la ira o cualquier conducta impulsiva orientada a la agresión, la temperatura corporal, el apetito, el placer sexual o el placer en general.
La serotonina también ayuda en la digestión. Primero, empieza el proceso de la digestión a través de estimular la secreción de enzimas desde el páncreas y segundo, controla la velocidad y el ritmo del peristaltismo, el movimiento muscular ondulante e involuntario, parecido a olas e de los intestinos para mover el bolo alimentario por su trayecto.
Por esto hay una conexión entre el movimiento intestinal, la digestión (diarrea, constipación) y el humor (irritabilidad, depresión). ¨El cerebro abdominal¨ no comparte la abundancia de la serotonina con el cerebro craneal, pero la serotonina sí que tiene un efecto estimulante sobre el nervio craneal decimo que es el famoso nervio vago que inerva faringe, esófago, laringe, tráquea, bronquios, corazón, estómago, páncreas, hígado y otros órganos y vísceras. También permite una comunicación entre los dos ¨cerebros¨, el abdominal y el craneal.
El abdominal manda hasta nueve impulses por cada uno que recibe de vuelta del craneal. Incluso con toda la comunicación entre los dos ¨cerebros¨, el SNE puede tomar decisiones independientes del sistema nervioso central y por lo tanto aprender sus propias lecciones. El “segundo cerebro” tiene también una relación estrecha e íntima con el sistema inmunitario. 70% de nuestro sistema inmunológico se centra en el intestino para expulsar y matar a sus invasores.
Esto solo es un ejemplo de lo que vamos a hablar en tres encuentros: intestinos, relaciones entrañables, vínculos, lo propio y lo ajeno, los enredos vinculares, patológicas intestinales…

La glándula del timo es la encargada de velar por el bienestar del sistema nervioso y de conseguir que el sistema inmunitario funcione correctamente. Este órgano es el responsable, en gran medida, de que nos mantengamos sanos, en un buen estado general.
Su importancia radica en su capacidad para producir células que pueden preservar el organismo de agentes patógenos de cierta importancia. Sin esta glándula, el ser humano podría ser atacado por diferentes infecciones, cánceres u otras enfermedades sin tener la capacidad de defenderse. Las defensas del organismo se deben, en gran medida, a la acción del timo. Como se sitúa en un lugar destacado, justo detrás del esternón, en el centro del pecho, por esta localización y sus importantes funciones en cuanto a enfermedades y tratamientos conlleva una poderosa propiedades espiritual y afectiva. En muchas culturas, la glándula del timo es considerada el cuarto chakra, un lugar con gran poder energético y biológico.
En la antigüedad se le otorgaban cualidades espirituales y se pensaba que era el lugar en el que estaba situada el alma, ya que está en el espacio donde se sienten físicamente muchas emociones. Más allá de consideraciones místicas, este órgano cumple una función esencial en la lucha del organismo contra infecciones y enfermedades, en donde juega un rol significativo los linfocitos T.
Vamos a explorar en este taller los caminos del sistema inmunitario (alergias, infecciones y autoinmunidades) y los vínculos y afectos asociados a esos caminos.